Llegué a Zillertal casi de casualidad, llevaba unos dias en Magic Wood, escalando con la gente que por allí conocí. Luis un autentico nativo español que residia en Suiza, se iba a pasar unos dias por esta escuela. El sindrome del valle en Magic Wood (miedo a salir del valle) me estaba dejando medio aturdido, ademas no hacia sino cada vez llegar más gente, y aunque era divertido concocer gente nueva, a la vez empezaba a resultar todo muy monotono, no hizo falta insistir mucho.
Cruzamos Suiza con calma y con unos guias excepcionales disfrute un poco más de esta tierra. Al atardecer llegamos al valle de Mayrhofen paramos a hacer unas compras y después de unos largos minutos en la boca del tunel que da acceso al valle porfin pudimos contemplar esta maravilla natural. Zillertal es un paraíso verde tiroles, se ven paredes hacia todos los lados y encima tenia muy buen ambiente. ¡La verdad es que el sitio prometía! Aparcamos empezando a llover, así que rápido monte la tienda. Pero no, la tormenta acababa de pasar, habíamos llegado en el momento perfecto.
Amanecer en Zillertal |
Al dia siguiente nos levantamos con las vacas, que pasaban locas por el medio de las tiendas, (tal cual había visto en un video la primera vez que había oído hablar del lugar). Hacia muy buen día, y estábamos aparcados en un lugar top ten. Desayunamos rapido para acercarnos a algun sector. En zillertal se puede hacer clásica, deportiva y búlder, nosotros veníamos con la idea de hacer cuerda. Así que sin dudarlo mucho nos acercamos a ver sus famosas moles de piedra.
Subiendo por la carretera desde el sitio donde dormimos llegamos a unos peñascos que tenían muy buena pinta. Crecían en los campos como si fueran champiñones gigantes. La roca estaba seca, y en la escuela se respiraba actividad. Poco a poco las cordadas empezaron a asediar las vías, en cierto modo se me hacia algo estraño, llevaba un año haciendo solo bloque, y todo me parecia extrañamente nuevo. Desde el sitio donde estabamos se veia una vía muy guapa, decimos calentar aqui y cruzar el rio para probar esa vía.
Zillertal el sector donde calentamos |
La vía en cuestión al final resulto ser Maracuya, uno de los 7a´s más populares de la escuela, al final la resuelvo al primer pegue del segundo día con serios problemas de popeyes... Pero todas las vías en estos peñascos están muy guapas nos enfrascamos en algún 7b pero yo no di resuelto nada, Luis salió mejor parado.
Maracuya 7a |
Nuestro campo base en Zillertal |
Luis al lado de las vías largas |
El tercer día, decidimos hacer un poco de bloque, y acercarnos a unas paredes en la parte de abajo del valle. La verdad es que las paredes impresionaban un poco con vías de cerca de 90 metros para hacer en deportiva. La calidad por aquí también es muy buena, pero ya se notaba el cansancio de los días anteriores. Nos hicimos unas pocas vías y bajamos a la zona de acampada, donde estuvimos haciendo slack y conociendo a montón de gente.
Zillergrund |
Tras un dia de descanso en Insbruck volvemos a la carga y nos desplazamos hasta Zillergrund en el valle de al lado, para probar lo bloques que hay por ahí. Decidimos subir varios de los que estábamos acampados en Zillertal, así que la fiesta estuvo asegurada. Llegamos pronto y escalamos hasta que la tormenta nos echo. Los bloques están todos juntos en una praderita, la verdad es que el sitio es idílico con bloques de todos los grados, pero con multitud de lineas fáciles.
El centro del sector principal de Zillergrund |
Cuando empezó a pingotear nos bajamos corriendo a la casa-cafeteria que esta en la entrada de este valle de Zillergrund, donde comí uno de los postres mas ricos que probé en toda mi vida el palanschiquen. Y me reí un montón hablando con los locales tiroleses.
Al dia siguiente Luis se fue, pero me encontré con unos chicos búlgaros que había conocido en Magic Wood, así que retomamos el bloque un poco más en serio. A mi me quedaban dos días para marcharme a Alemania a ver a mis padres, y aun queríamos bajar a Mayrhofen a ver el campeonato de Búlder y disfrutar de las fiestas del pueblo. Así con lo que llevábamos escalado decidimos quedarnos en lo alrededores de la zona donde acampamos.
En general las zonas de bloque son buenas, el gneis granítico de esta escuela les da muy buen tacto, el único problema fue encontrarnos los bloques regados con purin de las vacas (en la zona mas próxima al área de acampada de Zillertal), se conoce que a algún ganadero se le acabo la paciencia. Una putada sin duda, así que intentemos minimizar nuestro impacto en los sitios a los que vamos porque tenemos las de perder. Por el resto me pareció una fantástica escuela, gente fanatica, lineas buenas con buena temperatura, y un entorno que invita a desconectar.